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Posted on 8 enero, 2016
Ha sido claramente demostrado que las sensaciones de incomodidad o dolor durante la ejecución de una tarea funcional reducen dramáticamente los niveles de atención y de eficiencia y por tanto, aparecen problemas de concentración. Bajo esta óptica son considerados tanto los niveles productivos en el ámbito laboral como la atención en actividades de estudio en las cuales se requiere una particular concentración.
Esto se observó en algunos estudios efectuados sobre un amplio muestreo, en particular de estudiantes, operadores de videoterminales y profesionales como dentistas, gráficos publicitarios, diseñadores mecánicos y proyectistas.
Compresión en la caja torácica
Posición cómoda, correcta y variable
Una posición cómoda y funcional representa un instrumento válido para mejorar la calidad de las actividades que se están realizando y así evitar los problemas de concentración.
La productividad de un grupo de operadores de PC tomados como muestra mejoraba en promedio un 30% después de adoptar posturas ergonómicas y oportunas pausas. En un estudio conducido sobre sujetos ensambladores, la sola adopción de posturas correctas mejoraba el rendimiento laboral en más del 20% en relación a la reducción de molestias al cuello y a la espalda durante el trabajo.
Por último, un estudio realizado sobre una vasta población de empleados con una fuerte propensión al sedentarismo, concluía que más del 90% de estos, señalaba una mayor capacidad de atención después de una adecuación ergonómica del escritorio.
Mejor expansión del tórax
Las sillas ergonómicas al garantizar una postura símil a la erecta, mantienen la columna vertebral en su justa posición. Esto permite reducir sensiblemente la constricción en el área abdominal y permite mantener una adecuada expansión de la caja torácica en las fases de inspiración y espiración.
La mejor capacidad respiratoria se traduce en una mejor oxigenación y en una más amplia atención.