Los espacios donde pasamos nuestro tiempo tienen un impacto directo en nuestra salud, ya sea para bien o para mal. Cuando no se consideran las necesidades de las personas, pueden aparecer molestias, cansancio y desmotivación. Sin embargo, si los espacios están diseñados pensando en el bienestar, la creatividad, la motivación y la productividad aumentan notablemente.
Cifras que hablan por sí solas y no para bien
Aunque sabemos de los beneficios de mantenerse activo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que 1 de cada 4 adultos no alcanza los niveles recomendados de actividad física, y entre los adolescentes, la cifra asciende al 80%. En 2018, la OMS fijó como meta reducir la inactividad física en un 10% para 2030, como parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
Incorporando el movimiento en los espacios laborales
El movimiento no solo favorece la salud física, sino también el bienestar mental, al reducir el estrés, la ansiedad y mejorar las capacidades cognitivas.
En este contexto, es esencial que los espacios de trabajo estén equipados con mobiliario ergonómico y flexible. Un ejemplo son las mesas ajustables en altura, como la nueva «Nuvola» de Bralco o «Adjust» de Guialmi, que permiten a los empleados alternar entre estar de pie y sentados. En países como Alemania y Dinamarca, el 80% de las oficinas ya utilizan este tipo de mobiliario, y en España su adopción está creciendo.
Confort acústico: clave para el bienestar y la productividad
El confort acústico también juega un papel fundamental en el bienestar de las personas dentro de los espacios de trabajo. El ruido excesivo, las conversaciones en voz alta y las distracciones constantes pueden afectar la concentración y aumentar la fatiga. Las cabinas “ZoneOut“ de Guialmi, One, four,Six de Framery o las «Pod» de Into disponibles en varios tamaños, crean pequeños oasis de tranquilidad en oficinas abiertas, donde los empleados pueden trabajar sin interrupciones.
Al final del camino se obtienen los frutos
Según un estudio de Cushman & Wakefield se ha demostrado que mejorar estos aspectos puede reducir el absentismo laboral en un 37% y aumentar la productividad en un 21%.